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La guía completa para la ITV de los coches clásicos

Una ITV es una revisión de seguridad que garantiza que tu vehículo cumple las normas mínimas de seguridad vial, incluidos los niveles regulados de emisiones de escape establecidos.

Durante esta prueba, se comprobarán componentes importantes de tu vehículo para garantizar que cumplen las normas legales y que tu vehículo es seguro para conducir.

Si tu coche pasa la ITV, es posible que siga teniendo defectos menores (que deben arreglarse lo antes posible para evitar que empeoren). También puede pasarla con advertencias, lo que significa que debes vigilar el problema y repararlo si empeora.

 

¿Necesita mi coche una ITV?

Si tu coche tiene más de cuatro años, estás obligado por ley a pasar la ITV. Si te cuesta recordar cuándo debe pasar la ITV tu coche, puedes inscribirte para recibir descuentos ITV especiales.

 

Sin una ITV válida, tu coche no se considera apto para la circulación; no podrás renovar el impuesto del vehículo ni el seguro y, en definitiva, no podrás conducir tu coche.

 

¿Qué inspecciones se realizan en una ITV?

Aunque la ITV no contempla el estado del motor, el embrague o la caja de cambios, sí examina otros componentes clave de tu coche, por lo que tienes que estar al tanto del mantenimiento de tu coche para poder pasarla.

El inspector de la ITV examinará la carrocería del coche, la estructura del vehículo y el estado general del mismo, asegurándose de que no presenta daños excesivos en ninguna zona concreta. También examinará los ganchos de remolque, los sistemas de combustible y escape, los cinturones de seguridad, los asientos, las puertas, los espejos, la seguridad de la carga, los frenos, los neumáticos y las ruedas, las luces, el capó, el parabrisas, los limpiaparabrisas y el claxon, la dirección y la suspensión y los componentes eléctricos.

Parece mucho, y puede parecer casi imposible de pasar: ¿Cómo te aseguras de que todas esas cosas funcionan correctamente día tras día?

 

La verdad es que habrá elementos de tu coche que no podrás comprobar tú mismo; sin embargo, hay partes que sí puedes inspeccionar y debes asegurarte de que están en buen estado y funcionan correctamente antes de ir a pasar la ITV, pues de lo contrario podrías suspender por algo menor y relativamente sencillo de solucionar.

 

¿Cómo se pasa la ITV?

La respuesta está simplemente en cuidar tu coche y comprobar que algunas cosas fundamentales están en buen estado de funcionamiento antes de llevarlo al taller.

 

Aquí tienes una lista de 10 tareas sencillas que puedes hacer antes de llevar tu coche a la ITV.

  1. Comprobar el líquido de frenos

Comenzamos nuestra lista de comprobación de la ITV con el líquido de frenos. Abre el capó de tu coche -asegurándote de que está parado, con el motor frío, sobre una superficie plana- y busca el depósito de la bomba de freno.

Verás marcas que dicen «mín» y «máx»; el líquido dentro del recipiente tiene que estar entre estas dos indicaciones. Si el tuyo está por debajo, asegúrate de rellenarlo. Puedes comprar líquido de frenos en tu tienda de coches, pero asegúrate de que es el adecuado para tu marca y modelo; deberías poder encontrar esta información en el manual de tu coche.

 

Antes de cerrar el tapón, comprueba el estado del líquido de frenos: debe ser transparente o de color ámbar, aunque puede volverse marrón al envejecer. Si este es el caso, tendrás que cambiar el líquido de frenos. Puedes hacer una prueba más exhaustiva comprando tiras químicas y sumergiéndolas en el líquido de frenos.

Cuando hayas hecho todas las pruebas, no olvides cerrar completamente el capó.

 

  1. Comprueba los espejos

Para pasar la ITV, debes tener los espejos obligatorios intactos. Es decir, retrovisor interior y exterior.

Cuando compruebes los retrovisores de tu coche, asegúrate de que ninguno esté agrietado, que dificulte gravemente la visión o que deje al descubierto un borde dañado.

 

  1. Comprueba todas las luces de advertencia

Nos gustaría pensar que si apareciera una luz de advertencia en tu salpicadero, consultarías el manual de tu vehículo para identificar el problema y llevarlo rápidamente a reparar.

Sin embargo, si lo has dejado pasar, no hay momento como el presente para arreglarlo. Se detectará en la ITV y suspenderás, así que es mejor que lo hagas antes y no dejes pasar más tiempo un problema potencialmente peligroso.

 

Se denomina «prueba del indicador de mal funcionamiento». Se trata de una simple prueba visual: si el comprobador conecta el encendido y se encienden las luces de advertencia, suspenderás la ITV, por no hablar de que probablemente te encuentres con un cargo adicional para que el taller investigue y diagnostique lo que significa la luz.

 

  1. Asegúrate de que los neumáticos tienen suficiente dibujo

La ITV no es la única razón por la que debes estar al tanto del dibujo de tus neumáticos: es crucial que tu coche tenga la profundidad correcta del dibujo porque, si se ha desgastado, afectará a la distancia de frenado, sobre todo en condiciones de lluvia.

 

Si te pillan en la carretera con neumáticos de profundidad inferior a la requerida, puedes enfrentarte a una multa , la ley además exige que tu vehículo esté equipado con el tamaño y el tipo de neumático correctos, y que los neumáticos sean adecuados para su uso.

El dibujo mínimo legal de los neumáticos es de 1,6 mm, en una banda continua que envuelve las tres cuartas partes centrales del neumático.

Puedes comprobar rápidamente el dibujo de tus neumáticos con la ayuda de una moneda de 1€. Sólo tienes que coger la moneda e introducirla en las ranuras del neumático. No deberías poder ver la banda exterior de la moneda si tus neumáticos están dentro del límite legal. Si puedes ver esa parte de la moneda, tus neumáticos podrían ser inseguros, así que es mejor que los revise y cambie un profesional antes de la ITV.

 

  1. Asegúrate de que las luces funcionan

Al igual que los retrovisores, hay luces obligatorias que deben funcionar en tu coche para que pases la ITV: las luces de posición delanteras y traseras. La posición exacta de estas luces obligatorias no forma parte de la inspección, pero es mejor comprobar que ambas luces están aproximadamente a la misma altura y que funcionan, no están obstruidas y están en buen estado.

 

  1. Comprueba el claxon

Probablemente sea la prueba más rápida y fácil de hacer, y lo más probable es que si no funcionara, ya te habrías dado cuenta y habrías hecho reparar la avería. Así que, al hacer las comprobaciones completas previas a la ITV, asegúrate de comprobar el claxon.

 

  1. Asegúrate de que tu vehículo tiene suficiente aceite

La comprobación del aceite es una parte importante de la ITV, porque sin él, el taller no podrá comprobar los niveles de emisiones.

Puedes comprobarlo echando un vistazo rápido bajo el capó. Al igual que cuando compruebas el líquido de frenos, haz esta prueba con el motor apagado y frío y el coche aparcado en una superficie plana y uniforme.

Localiza la varilla de medición y sácala, luego limpia el exceso de aceite para asegurarte de que empiezas con una varilla limpia. A continuación, vuelve a sumergir la varilla y sácala una vez más. Deberías ver que el aceite se encuentra entre las marcas «mín» y «máx» de la varilla. Si no es así, es hora de rellenar el aceite.

 

Estar al día es importante para tu vehículo, para que el aceite no se estropee y obstruya los filtros del coche. Afortunadamente, el cambio de aceite es barato, fácil y relativamente rápido, así que si ves que hay que cambiarlo antes de la ITV, puedes solucionarlo en un santiamén.

  1. Revisa tu parabrisas

Evaluar los parabrisas puede ser un campo extraño porque algunas marcas pasan la ITV, mientras que otras no.

 

En teoría, siempre que una marca no supere los 10 mm y no obstruya la visión del conductor o esté en el lado del conductor del parabrisas, o si la marca no supera los 40 mm en el resto del parabrisas, no tendrás problemas. Estas marcas incluyen astillas, grietas o arañazos importantes. En caso de duda, haz que lo revise un profesional.

 

Mientras revisas el parabrisas, no olvides comprobar que el depósito de lavado tiene suficiente líquido y que los limpiaparabrisas funcionan bien.

 

  1. Haz una limpieza de tu vehículo

Esto puede parecer innecesario, pero es una buena idea hacerlo como parte de las revisiones finales. No vas a suspender la ITV si tu coche está un poco sucio. Sin embargo, tienes que asegurarte de que las matrículas están libres de suciedad para que sean fáciles de leer, y de que las luces no están empañadas por cristales manchados.

 

  1. Controla el mantenimiento durante todo el año

La necesidad de pasar la ITV a veces es el único recordatorio para revisar ciertas partes de tu coche. Sin embargo, te instamos a que estés al tanto del mantenimiento de tu vehículo durante todo el año, para ayudar a mantener el rendimiento de tu coche, además de mantenerlo lo más seguro posible. Evitar el mantenimiento de tu vehículo podría ser un accidente a punto de ocurrir.

 

¿Qué pasa si tu coche no pasa la ITV?

Tu coche puede suspender la ITV si tiene fallos peligrosos o graves. Tu coche no puede circular hasta que se hayan reparado los fallos peligrosos. Las averías graves deben repararse lo antes posible.

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